Combatir desde una montura
Un caballero que carga montado en un caballo de guerra, un mago que lanza conjuros montado sobre un grifo o un clérigo que se eleva en el cielo sobre un pegaso disfrutan de los beneficios de la velocidad y movilidad que puede ofrecer una montura. Una criatura voluntaria de al menos un tamaño mayor que tú y que tenga la anatomía apropiada puede servir como montura, usando las siguientes reglas.
Montar y desmontar
Una vez durante tu movimiento, puedes montar o desmontar de una criatura que esté a menos de 5 pies de ti gastando una cantidad de movimiento igual a la mitad de tu velocidad. Por ejemplo, si tu velocidad es 30 pies, debes gastar 15 pies para montarte en un caballo. No puedes hacerlo si no te quedan 15 pies de movimiento o si tu velocidad es 0.
Si un efecto desplaza tu montura contra su voluntad mientras estás sobre ella, debes superar una tirada de salvación de Destreza CD 10 para no caer de la montura y quedar tumbado en un espacio a menos de 5 pies de ella. Si te noquean mientras estás montado, también debes hacer esta tirada de salvación. Si tu montura es noqueada, puedes usar tu reacción para desmontar mientras se cae y aterrizar de pie. Si no, te desmontas y te quedas tumbado en un espacio a menos de 5 pies de ella.
Controlar una montura
Mientras estás montado, tienes dos opciones: controlar la montura o dejar que actúe como quiera (las criaturas inteligentes, como los dragones, actúan de manera independiente). Solo puedes controlar una montura si ha sido entrenada para llevar un jinete, como, se sobreentiende, los caballos domesticados, los burros y bestias similares. Cuando controlas una montura, su iniciativa se ajusta a la tuya, se mueve en la dirección que le ordenes y solo tiene tres acciones posibles: Esprintar, Retirarse y Esquivar. La montura puede moverse y actuar desde el turno en que te subes a ella.
Una montura independiente mantiene su lugar en el orden de iniciativa. Llevar un jinete no le supone ninguna restricción a las acciones que puede realizar y se mueve y actúa a voluntad: puede huir del conflicto, correr al ataque, devorar a un enemigo malherido o incluso actuar en contra de tus deseos.
Con cualquiera de los dos tipos de montura, si esta provoca un ataque de oportunidad mientras estás sobre ella, el atacante puede elegir si su objetivo eres tú o la montura.