Gibado
Infernal Pequeño (demonio), caótico maligno
Este jorobado y pestilente demonio de andares lentos se encuentra lejos del poder de sus superiores, pero lo compensa con una estupidez tal que lo hace inmune al desaliento. Sería digno de lástima de no ser por el mal que habita en él. El gibado prefiere atacar con sus fauces porcinas o sus potentes garras, si bien cuando se encuentra superado libera un miasma venenoso capaz de matar a los seres de corazón más débil.
Clase de Armadura: 11 (armadura natural)
Puntos de golpe: 18 (4d6+4)
Velocidad: 20 pies
FUE | DES | CON | INT | SAB | CAR |
11 (+0) | 11 (+0) | 12 (+1) | 5 (−3) | 8 (−1) | 3 (−4) |
Resistencias al daño: Frío, fuego, relámpago
Inmunidades al daño: Veneno
Inmunidades a estados: Envenenado
Sentidos: Visión en la oscuridad 60 pies, Percepción pasiva 9
Idiomas: Abismal, telepatía 60 pies (solo funciona con criaturas que entienden abismal)
Desafío: 1/4 (50 PX)
Acciones
Multiataque. El gibado hace dos ataques: uno con su mordisco y otro con sus garras.
Mordisco. Ataque de arma cuerpo a cuerpo: +2 al ataque, alcance 5 pies, un objetivo. Impacto: 3 (1d6) puntos de daño perforante.
Garras. Ataque de arma cuerpo a cuerpo: +2 al ataque, alcance 5 pies, un objetivo. Impacto: 5 (2d4) puntos de daño cortante.
Nube fétida (1/día). Un gas verdoso y desagradable surge del gibado en un radio de 10 pies. El gas se extiende en las esquinas y su área está poco resguardada. Dura 1 minuto o hasta que un viento fuerte lo disipe. Cualquier criatura que empiece su turno en esa área debe superar una tirada de salvación DC 11 para no quedar envenenado hasta el principio de su siguiente turno. Mientras está envenenado de este modo, el objetivo puede hacer o una acción o una acción adicional durante su turno, pero no ambas, y no puede realizar reacciones.